Antes de continuar paseando por el Long Walk, vamos a acercarnos al Támesis -una delicia tranquila, serena...-
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Por allí, cerca del puente que conduce a Eton, podrán descubrir la noria. No es el London Eye, pero es otra preciosidad:
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Y para completar la sensación de transportarse en el tiempo, nos podemos transportar también en el espacio con este venerable Routemaster...
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...que pasaba por allí...